Aunque alguien me advirtió nunca dije que no ahora tengo que
esconder las heridas. Ese pulso que jugué porque quise lo perdí, nunca me podré
alejar de ti. Te extraño, cuando llega la noche pero te odio de día. Debería
dejarte, irme lejos no volver. Pero es inútil negarlo, tu me estás atrapando
otra vez; contigo solo puedo perder .
No hay comentarios:
Publicar un comentario